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Viernes 16 de julio de 2021 19:05 h. Iwona nos saluda con su amplia sonrisa. Estamos frente al número 85 de la avenida de Tervueren. Estamos en Bruselas. Las dos últimas semanas antes de la partida fueron muy especiales. Todo el mundo vivÃa como si tuviera que hacer la última cosa importante antes de dejar Le Mans. En realidad, hay muchas cosas que hacer antes de partir durante 4 o 5 meses. Asà que nuestra casa se convirtió en una especie de colmena, un poco recalentada. Cuando ahora pienso en ello, aparte del equipaje y los muebles de Swiloh que hay que terminar, pasamos mucho tiempo despidiéndonos de nuestros amigos, nuestras familias, nuestros vecinos. En sus ojos leÃamos algo asà como "esta es una gran aventura que vais a vivir". En nuestros corazones se leÃa sobre todo "nos vamos de verdad a lo desconocido". En la mañana de nuestra partida, algunos amigos pasaron por aquà inesperadamente, uno con croissants, el otro para saludar y hacerse una foto. Nos detuvimos en Lille para conocer a la madrina de Josephine y a su familia. Y luego llegamos a nuestro destino. Cada uno con sus pequeñas tensiones, sus preguntas como "¿Qué va a pasar ahora? Iwona nos presentó nuestro nuevo hogar, a nuestros vecinos de la casa "Le Toit" y el programa para las próximas dos semanas. Y eso es todo. Lo que retengo de nuestra primera noche en la casa "La Voisine", es cómo todo el mundo intentó crear rápidamente sus nuevos puntos de referencia, y apropiarse del lugar. Hubo un debate. ¿Es más o menos fácil que instalarse durante una semana de vacaciones y luego volver a casa? ¿Más o menos fácil que saber que volveremos a hacer el mismo trabajo en los próximos 8 o 9 lugares? Mientras les escribo, encuentro este momento bastante divertido, en retrospectiva. Como en el mar una buena comida es el mejor remedio para mantener alta la moral de la tripulación, cenamos en una hamburgueserÃa y luego hicimos la cama. Esta primera noche fue bien merecida.
Sábado 17 de julio. Nos espera un almuerzo con nuestros vecinos de la casa "Le Toit". Una estatua de la Virgen se encuentra en nuestro jardÃn. Me detengo en medio de un juego de escondite con Barthélémy. Le pido a MarÃa que envuelva con su amor a Christine, Daphne, Joséphine y Barthélémy. En la mesa, Pierre rompe el hielo en dos minutos con un estruendoso "soy belga, mongol y estoy orgulloso de ello". Sigue con un chiste que no puedo transcribir. Daphne llora de risa, Barthélémy se relaja. El dÃa continúa de forma tranquila y serena. Alix y Laura nos cuentan sus experiencias en El Arca. David nos explica cómo comunicarnos con Jean, al que me uno para dibujar. Valérie toma a Joséphine por sorpresa en sus brazos. Véronique nos habla de sus 28 sobrinos nietos. Christine (de la casa Le Toit) dibuja en cartulinas cuando necesita hacerse entender. Colette, que se ofrece a enseñarnos Bruselas, llega un poco antes que Jérôme y Mélissa. También nos encontraremos con Léa y Adam mañana en la casa "La Branche". Las sonrisas están en todos los rostros. Terminamos la velada con una partida de cartas en familia. ¡El viaje para conocer El Arca ha comenzado!
🇪🇦 dÃa de salida